“Para nosotras es muy importante pertencer a este proyecto, nos da la oportunidad de formarnos, de conocer nuestros derechos y de saber como demandarlos, pero también nos ayuda a cambiar nuestras vidas personales, a sentirnos más seguras de nosotras mismas, en nuestra familia, en nuestros douart“, nos suelen decir las mujeres que pertenecen al proyecto de la fresa en Marruecos
La unión hace la fuerza. A mí me pasa. Los problemas se enfrentan mejor cuando tienes a tu alrededor gente que te entiende, que se solidariza contigo, que siente empatía. Compartir tus penas con la gente que las vive igual que tú te da fuerza, te hace sentir que tus problemas no son tan graves porque ya les ha pasado a otros y han salido de ellos. Eso se percibe en las mujeres que trabajan la fresa. Aquellas que no pertenecen al proyecto que financia Oxfam Intermon y la cooperación española tienen menos fuerza para defender sus derechos laborales y emocionalmente se las siente más tristes y solas.
En cambio, las mujeres que pertenecen a este programa son una piña. Se las ve unidas, compartiendo sinsabores y alegrías. Se unen para hacer respetar sus derechos como mujeres y como trabajadoras. Se sienten comprendidas para enfrentar sus problemas diarios: enfrentan juntas a los capataces cuando las insultan y las tratan mal, cantan juntas cuando van en los camiones abarrotados a los campos, se unen para hacer sentadas frente a los empleadores cuando las pagan de menos y se acompañan cuando alguna tiene que ir a juzgado a denunciar algún accidente laboral.
Ellas mismas lo dicen, desde que tienen la oportunidad de estar juntas, de organizarse, de formarse en cuales son los derechos que las corresponden por ley, se sienten más libres y seguras de sí mismas.
Hoy hemos tenido la oportunidad de verlo en directo. Hemos asistido a una representación de teatro en la que escenificaban como son las condiciones de trabajo en los campos y fábricas de fresas. Las mujeres iban entrando en el salón y se saludaban entre ellas muy cálidamente, como se saludan dos hermanas. El público celebraba muy efusivamente cada gracia, se indignaba con cada injusticia y aplaudía cada vez que los personajes se unían para defender sus derechos.
Es verdad, la unión hace la fuerza, no solo porque juntas tienen más poder de negociación para defender lo que es justo, sino porque interiormente se sienten reforzadas la una junto a la otra.
q suerte haber estado alli!!!…gente así puede cambiar el mundo