Sonia Pulido. Cuadernista. Artista de Cómic. Colombia
Amanece el segundo día en Colombia. Se lleva el jet lag lo mejor que se puede y una sombra de dolor de cabeza asoma cada tanto. Así que un paracetamol y ¡hop! en marcha.
Nos entrevistamos con las copartes, con las asociaciones que están trabajando con víctimas de todo el país. Las palabras que aparecen una y otra vez son IMPUNIDAD y RESISTENCIA. Las víctimas son perseguidas y amenazadas por buscar justicia. Y MIEDO. El miedo que lo envuelve todo.
Poco a poco va apareciendo una idea sobre la que trabajar, partiendo sobretodo de las entrevistas con las mamás de Soacha del día anterior y reafirmada por todo lo que nos han contado desde las asociaciones. La idea de la DUALIDAD: es como si estuviéramos hablando y viviendo dos realidades, la de un país que piensa solicitar su ingreso en el grupo de países ricos, donde todo es crecimiento, prosperidad y desarrollo y la de un país en la que se mata de manera salvaje, donde las víctimas no tienen amparo y el estado sabe todo lo que está sucediendo, además de ser parte en algunos de los crímenes más horrendos que nos podamos imaginar.
Así, en un momento de calma, esbozo las primeras ideas
También voy teniendo más claros los colores que utilizaré, serán el amarillo, el rojo y el azul, los colores de la bandera de Colombia. No se necesitan más.
Al final del día nos entrevistamos con los fundadores del colectivos de abogados José Alvear Restrepo (CAJAR). Fue muy curiosa la presentación. Impresionaban, no sé. Con toda la gente con la que nos habíamos entrevistado hasta ahora todo fluía muy rápido, nos abrían sus puertas y tenían una necesidad tal de ser escuchados, de contar sus casos, que de alguna manera te sentías aceptado enseguida. Y al entrar en esa sala de reuniones, no supe como comportarme, no sabía que era, pero imponían … Había como una barrera … Después, cuando comenzamos a charlar y todo se relajó fue increíble y compartieron vivencias muy tremendas… Quizás fue eso, entrar en un espacio muy cargado de lucha, de problemáticas, de enfrentamiento con la justicia de manera directa, de personas que pelean por los derechos de víctimas y que a su vez son víctimas de amenazas, de atentados, no sólo ellos, si no sus familias... Hombres y mujeres fuertes, duros, que han decidido seguir un camino aunque no sea nada fácil (Por poner un ejemplo, uno de los abogados de más edad llevaba un caso que duraba ya más de dos décadas).
Hubo un par de frases que me impresionaron de manera especial:
“Ustedes podrán privarnos de la libertad, ustedes podrán privarnos de la vida, pero nunca, nunca, nunca, podrán privarnos de la dignidad”.
Creo que en estas palabras se reduce todo, todo el viaje, todo lo que vimos y oímos.