María Cimadevilla. Oxfam Intermón. Cuadernista de Viñetas de Vida.
Normalmente nos enfadamos si no llegamos a coger un avión, y cuando se trata de no coger un avión que después de 11 horas de trayecto en las espaldas estaba a punto de dejarte en el destino, suele darse una reacción de más enfado aún. En nuestro caso, después de salir con 3 horas de retraso de Madrid porque una vez sentados muy formales en nuestros asientos y con el cinturón puesto, el sobrecargo nos avisa de que “vamos a cambiar de avión por un fallo técnico y es mejor trasladarnos a otro aparato”…apenas teníamos ya fuerzas para enfadarnos cuando aterrizamos en San José (Costa Rica). Nos montamos en el mismo autobús que las demás 20 personas en nuestra situación, hicimos las bromas que el cansancio suele traer en estos casos para acabar de consumir nuestras fuerzas y disfrutamos como si fuese un regalo de una cena de buffet libre (tengo la sensación de que todas las personas volvemos a ser un poco niños cuando nos sueltan en un buffet de hotel) y de cama tamaño XXL.
La empatía no puede dejar de surgir en estas situaciones, y el grupo de chicos de Donosti, la monja de la maleta del F.C.Barcelona, la pareja de andaluces de acento marcado, la señora de 90 años en silla de ruedas…y nosotros, intercambiamos frases, saludos, preguntas sobre si había o no wifi disponible, anécdotas y experiencias similares tratando de mirarle el lado bueno a la cosa.
Y el lado bueno casi siempre llega de esa manera, hablando y compartiendo. Y a punto de montarnos ya en ese avión tempranero (6 de la mañana!) que nos llevaría finalmente a Managua, descubrimos que el grupo de chicos donostiarra llegaba para rodar un documental en Nicaragua con mujeres migrantes. Para todo el grupo de Oxfam y #ViñetasdeVida era inevitable no encontrar puntos de unión con nuestro propio proyecto. La situación que miles de mujeres latinoamericanas viven teniendo que migrar, dedicándose al cuidado de personas mayores,niños y familias enteras españolas, mientras a este lado del océano sus propios hijos y familias quedan al cuidado de otras personas. Qué situaciones se dan para que mujeres como ellas tomen una decisión así y las sitúe en esa realidad tan dura… Oskar Tejedor, el director de este documental nos contaba parte de las entrevistas que iba a realizar, y la existencia de otro documental previo con la historia de algunas de las mujeres que volverán a aparecer en este. Imposible no buscar en cuanto tuvimos acceso a una wifi, y aquí compartimos el trailer de “Compañeras de viaje“
Maletas y pasaporte sellado en mano, por fin llegamos al hotel para reunirnos con Pablo y Cynthia (PSJM), que afortunadamente habían conseguido llegar a Managua desde Berlín el día anterior. Contra todo pronóstico, sus 3 aviones y 2 escalas fueron más eficaces que nuestro único enlace en Costa Rica…
Pablo y Cynthia son la parte artística de este viaje, la mirada curiosa que plasmará en una obra de arte contemporáneo su experiencia en este viaje. El encuentro fue casi como el de amigos que se conocen de hace tiempo, a pesar de que era la primera vez que nos veíamos en persona, sin pantallas ni emails de por medio. La charla fluye rápidamente entre Cristina, Miguel Ángel (nuestros comiqueros de pro), Rubén (el ojo periodístico de este viaje), Pablo, Cynthia y yo. Hemos estado semanas esperando llegar a este punto, al comienzo de nuestra particular aventura #NicaraguaStories y no podemos parar de sonreir.
Cristina y Miguel sacan sobre la mesa alrededor de la que nos hemos sentado sus estuches transparentes, y los lápices asoman ya tímidos para empezar a ser usados en cuanto se les requiera.
Decidimos, como si de una asamblea #15M se tratase, dónde podemos ir. Nos aconsejan dos opciones: el centro comercial cercano al que podemos ir andando, o contratar un transporte e ir al malecón de Salvador Allende. Casi no hace falta ni mirarse, y empiezan las gestiones para conseguir coches. De camino hacia el malecón recorremos la avenida Bolívar, y pasamos una hilera de puestos decorados en honor a la virgen. Jairo, nuestro taxista, reduce la velocidad para que podamos verlos, resaltando con sus colores, sus flores, sus luces…. es un altar tras otro inundando esa gran avenida donde, de repente, nos cruzamos con la figura colorista de un Hugo Chávez que nos mira de frente al pasar. Nos cuentan que cada uno de esos “altares” los organiza y lleva a cabo una entidad del gobierno, y que son los preparativos para una de las grandes celebraciones de Nicaragua conocida como “La gritería” que tiene lugar la noche del 7 de diciembre en honor a la purísima concepción de María.
Seguimos camino para llegar al malecón, un lugar “seguro” propiedad del gobierno y que nos da la sensación de una mezcla entre decorado de serie y parque de atracciones. Todo ello lleno de color, puestos de comida y a orillas del lago Managua o también llamado Xolotlán. El calor se nos presenta de frente y sin piedad. Buscamos la sombra y nos refugiamos bajo una sombrilla con su mesa de madera debajo. Perfecta para disfrutar de uno de esos maravillosos zumos que siempre se encuentran en esta parte del mundo. La chica que nos atiende despliega todo un mundo de posibilidades, y también charla con nosotros, nos pregunta, le preguntamos, nos cuenta, le contamos… Junto a ella un niño de ojos curiosos nos observa y acaba venciendo su timidez para sentarse a mi lado mientras espero mi zumo para preguntarme por allá, por España. Brian, que es su nombre, enseguida me nombra a Rafa Nadal, y yo le pregunto si conoce mas cosas de España. Lo piensa y saca el fútbol sobre la mesa. Rubén se une a nuestra conversación y le cuenta de sus experiencias cuando ha visto partidos en el estadio, y Brian le mira y sonríe. Insisto y le pregunto si conoce o le suena algo más de allá, de esa España por la que pregunta. Y entonces me habla de su tía, que se marchó a España para trabajar, y de su prima, que siguió sus mismos pasos y que estuvo “cuidando de una viejita, dándole sus medicinas. Pero ya luego se acabó el trabajo y tuvo que regresarse, ya no hay trabajo allá”. Y en ese momento Brian se conecta con la historia del documental de la mañana, y su tía y su prima se convierten en dos mujeres más que dejaron a los suyos acá para cuidar de los de otros allá.
Disfrutamos de una comida relajada, a ritmo tranquilo, a ese que ya hemos constatado que es el normal de las cosas aquí. Comemos, reímos, compartimos, preguntamos. Hablamos de proyectos, de ideas, de gustos, de tendencias del momento, de las noticias que nos llegan, de nuestras historias de vida que, casualidades de la vida, en algunos puntos encuentran personas y nexos de unión. Nos hacemos algunas ideas sobre los proyectos y las situaciones que vamos a compartir a lo largo de este viaje, los lugares que recorreremos, las experiencias que nos contarán, las vivencias que compartiremos. Cristina y Miguel estrenan definitivamente sus cuadernos y dejan que los lápices tracen los primeros bocetos de paisajes y personas que podrían poblar sus futuras historias.
Las horas sin dormir y el calor acaban por golpearnos y decidimos que es hora de descansar, de coger fuerzas, porque mañana realmente empieza “el viaje”, el nuestro, el de las personas junto a las personas. Mañana comienza de verdad #NicaraguaStories